Los
fármacos que actúan como inhibidores del apetito están empezando a
proliferar como coadyuvantes en las dietas de control de peso. Sin
embargo, si intentas adelgazar o la ansiedad te lleva a comer sin
control, es mejor opción recurrir a los alimentos inhibidores del
apetito ya que, por su contenido en fibra u otros micronutrientes, te
ayudan a mantener el hambre bajo control. En la lista están los
menos calóricos.
Alimentos Reductores del apetito
Avena
Como
todos los cereales, no engorda tanto como se cree. La puedes consumir
en forma de copos, pan o harina y como salvado de avena. Tiene un
ligero efecto laxante. La avena, también, ayuda a controlar la
ansiedad y estimula la digestión. Es rica en calcio, hierro,
magnesio, fósforo y ácido fólico.
Semilla
de linaza
Al
contacto con los líquidos del estómago dobla o triplica su volumen
y va formando una especie de jugo viscoso que hace, además, que sea
un potente depurativo. Ayuda a controlar la hinchazón del estómago
y a eliminar las toxinas debido a su suave efecto laxante. Suele
encontrarse formando parte de panes especiales. Otra opción es tomar
una cucharada en el desayuno mezclada con agua o zumos de frutas.
Manzanas
Es un
clásico de los tentempiés. Reactiva, además, las bacterias
intestinales. Por eso son tan eficaces para combatir las náuseas y
el malestar general cuando se está con gripe o gastroenteritis. Es
el recurso más rápido cuando el hambre acecha.
Agua
o infusiones sin azúcar
Otro
truco para engañar el gusanillo del estómago es tomar un buen vaso
de agua o, en su defecto, alguna infusión sin ningún tipo de
edulcorante. Si te gusta el té, el verde o el rojo son buenas
opciones porque su delicioso sabor engaña al cerebro diciéndonos
que hemos comido.
Huevos
en el desayuno
Si
empiezas tu actividad con tan solo un café, seguramente a media
mañana tendrás un hambre irresistible. La mejor opción es
desayunar bien (sin pasarse) con una buena combinación de hidratos
de carbono (pan integral con muy poca grasa), un zumo de fruta
natural, un café o té y un huevo al gusto, sin salsa. Te dará
fuerzas y evitará que consumas calorías extra con el picoteo.
Sopa
de vegetales como primer plato
Otra
opción, cuando buscamos alimentos inhibidores del apetito, sobre
todo en invierno, es acostumbrarse a tomar una sopa de verduras con
zanahorias, calabacines, calabaza, chirivías, judías verdes,
puerros o cebollas (u otra verdura al gusto) cocinadas con muy poca
grasa. Con este gesto llenas el estómago con un plato de pocas
calorías y repleto de vitaminas y minerales. Así tendrás menos
hambre y no te abalanzarás sobre el resto del menú.
Ensalada
de hojas verdes
En
verano puedes sustituir la sopa por una ensalada de vegetales aliñada
con una sola cucharada de aceite y unas gotas de vinagre. Puedes
mezclar lechuga con berros, endivias o espinacas con tomates y
algunas frutas (mangos, naranjas y papayas). No uses salsas ni frutos
secos que, aunque llenan, tienen bastantes calorías.
Zumo
de frutas naturales
Perfecto
a media mañana siempre y cuando sean de frutas naturales. Los de
bote, además de llevar mucha azúcar, no contienen fibra. Por tanto,
no llenan como los recién exprimidos y no quitan el hambre.
Algas
comestibles
La
gran mayoría de medicamentos naturales inhibidores del apetito se
hacen con algas comestibles. Las puedes incorporar a tus sopas y
ensaladas. Se venden deshidratas.
Salmón
Por su
alto contenido en ácidos grasos beneficiosos, el salmón sacia
bastante. Y eso sin contar su aporte de proteínas, calcio, vitaminas
D y E. Un trocito quita el apetito durante horas.